Si sus actividades de mantenimiento tienen una gran proporción de actividades reactivas, entonces sus costos de mantenimiento de activos son más grandes de lo que deben. Esto se debe a que los costos de realizar mantenimiento no planificado son típicamente tres veces más altos que la de la misma tarea planeada. Además, si su sistema es reactivo, es una clara indicación que no se están gestionando las fallas. Sus costos más altos pueden ser falla catastrófica, falla de sistema o defecto de equipos.
Estos colapsos mayores o eventos únicos pueden costa millones en reparaciones reactivas, pérdidas de producción y/o impactos severos en medioambiente y seguridad. Si requiere bajar los costos de mantenimiento esta es un área donde puede obtener un impacto significativo en el Ingresos y Pérdidas.
Mantenimiento proactivo – que sea enfocada en prevenir estos escenarios –es un estrategia mucho más costo-efectiva.
Primero, que es mantenimiento reactivo? De manera simple, es cualquier actividad de mantenimiento o reparación a una parte de un equipo luego de un evento de falla. Si una caja de velocidades se desgasta hasta que se bloquea y su equipo de mantenimiento corre a repararla, se está realizando mantenimiento reactivo.
Mientras los costos de este tipo de mantenimiento pueden parecer bajos - un día de trabajo y la compra de repuestos para la máquina – el flujo de costos asociados a tiempo de parada y por ende pérdidas de producción pueden ser muchos mayor sin contar con el riesgo incremental en seguridad y medio ambiente al parar y empezar operación de nuevo.
En compañías donde el mantenimiento reactivo es una gran parte de todo el trabajo realizado, hay varios costos ocultos en el negocio como altos inventarios, tarifas elevada s en compra de repuestos, mayor stock de partes críticas, tiempo desperdiciado esperando por herramental, materiales y mano de obra, altos costos de horas extra, mayor tiempo de parada de planta, interrupciones en entrega a clientes, inventarios agotados y calidad defectuosa. La organización y el sistema de gestión tienen un enfoque a corto plazo, con presión de presupuesto, variaciones en producción y “demasiadas cosas que hacer”.
Del otro lado, el mantenimiento proactivo toma una aproximación preventiva a la operación. Esta se enfoca en lograr que los activos funcionen de manera más eficiente y efectiva para que el tiempo de para y las fallas inesperadas sean un tema del pasado. También busca eliminar gastos innecesarios del presupuesto de gestión de activos, el fin es lograr levantar la contribución a ingresos antes de impuestos del activo.
Estrategias asociadas con el mantenimiento proactivo requieren entender y gestionar la probabilidad de fallas, algunos de los métodos analíticos comunes usados para entender el impacto de las fallas en el negocio incluyen:
- Análisis de Sistema – para entender la manera en que las fallas de los equipos impactan la disponibilidad y capacidad de producción de un sistema; este permite al analista identificar y eliminar posibles cuello de botella en el sistema y de tal manera incrementar la capacidad de la planta.
- Análisis de Criticidad – para clasificar activos basados en la probabilidad y severidad del impacto de fallas en los objetivos clave del negocio, de tal manera que se pueda enfocar los recursos de mantenimiento a partes de equipos más críticas.
- Análisis de Beneficio de Mantenimiento – Para evaluar el plan de mantenimiento e identificara áreas donde el mantenimiento no es necesario u óptimo.
- Optimización de Repuestos - para encontrar el nivel óptimo de partes en stock, balancear el costo de no tener repuestos disponibles vs utilizar espacio de almacenamiento
- Análisis de Reparar vs Reemplazar – para predecir o monitorear los costos de reparación vs los costos de reemplazar e identificar el momento idóneo para reemplazar al mejor valor económico.
- Análisis de Causa Raíz – para analizar la causa raíz de fallas y enfocar recursos para eliminar recurrencias y no solucionar el problema una y otra vez.
- Análisis de Vulnerabilidad – para sistemáticamente revisar todos los aspectos de operación y descubrir fallas futuras de tal manera que puedan ser eliminadas de manera planeada.
Como se puede observar con estas estrategias, el mantenimiento proactivo es mucho más que crear un programa continuo de tareas de mantenimiento. Al entender y gestionar fallas los recursos de mantenimiento pueden ser dirigidos a esas áreas que requieren atención de una manera planeada y evadir altos costos en el largo plazo.
Por encima de todo, es importante recordar que una cultura de mantenimiento reactivo no es ideal. De hecho, el mantenimiento reactivo no planeado es uno de los síntomas claves que su estrategia de mantenimiento no está sirviendo.
Aprenda más al descargar nuestra guía: 5 Síntomas que su Estrategia de Mantenimiento Requiere Optimización